FLOR DEL PARAISO

Acabo de despertar, y vengo del paraíso. Lugar inenarrable cielo de mariposas de miles de azules. En  los pies  hojarasca dorada. 4 soles  en las rosas de los vientos. Agua transparente y cantarina movía botes llenos de flores. Trinos lejanos y silencios se mezclaban en la fronda. Horizonte de nubes blancas jugaban borrándolo. La naturaleza era una expresión de un pintor mágico, todo era vida y desnudez; el alma extasiada quería atrapar el momento, y corrí hurtando una flor. Allí estaba en mi mano llena de rocío y colores cambiantes; el viento daba formas en sus pétalos.
Atravesé campos floridos, crucé ese paraíso de luz reflejada, y desperté en la penumbra de mi habitación. Algo sostenía mi mano... era aquella flor de mi sueño iluminada. Sorprendido por el momento descorrí las cortinas del ventanal. El sol pareció darle vida y se transformaba en una flor del paraíso, única. Las palabras no alcanzaban para describirla. Mis ojos nunca vieron tanta belleza y mi piel nunca sintió ese roce terso del rocío. El perfume aquel se impregnaba a todo, aromas de bosques profundos. Atiné a grabar, ese seguramente eterno recuerdo. La única manera de atesoralo sería con una foto. Se marchitaba segundo a segundo; mi cámara lista...tanta belleza sería mostrada al mundo: una flor jamás vista traída de un sueño.
Salí al patio presuroso; la primavera en calma. Sobre un naranjo en flor hice un par de fotos. Pero sucedió lo que sucedió la foto existe pero en ella solo mi mano.. como sosteniédola...y un halo de rocío en mi piel...

¿Será que solamente yo la vi materializarse? será que el sueño sigue.
¿Cómo explico en el mundo real lo que pasó?
Quién creerá una historia así, muchos dirán: está loco; otros dirán: se inventó esa historia. O sea, lo mismo que pensaríamos sobre cualquier tema que alguien nos presenta sin pruebas enfocado con las reglas terrenales, de creer o no creer.
Lo presento aqui a mi sueño lleno de extrañeza y esperando alguna experiencia similar para comparar, o alguien que pueda explicármelo.
Antes de terminar una cosa más, me olvidaba de comentarles.  A mi hija Natalia le pregunté: 

-¿Qué ves allí? 

Había dejado la flor sobre una mesa. Me miró extrañada y me dijo la respuesta que esperaba:
-Nada Pa...el mantel.
Yo veía unos pétalos secos donde hubo tanta belleza...

Me miró:
-Qué te pasa otra broma tuya -me  dijo..
Otro dia le contaré lo del sueño, por ahora mejor que nadie más que yo lo sepa.