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Había pensado por horas y horas, que todo lo logrado en la noche de ayer podía ser el principio de una nueva vida. Sus ojos no soportaban más las paredes descascaradas, ni aquel pedazo de cielo que esquivando vidrios sucios, apenas le llegaba por la claraboya. Recluido en el pasado no podría ni siquiera sobrevivir, tendría que abrirse a un nuevo mundo, y allí, desde anoche, estaba en su mente límpido, fragante, prometedor. Necesita descorrer la cortina y ver la ciudad a sus pies; levantar el teléfono y que alguien lo tratara de Señor. El juego empecinado se había terminado. Aquel tapiz de un verde desgastado sería olvido entre números esquivos. Los caballos solo correrían en sus cuadros grises que mostraban la gloriosa incertidumbre de un final, que inclinados le enseñaban el mal camino. Las barajas de poker volaban lejos, se iban de su vista. Sintió sobre su piel por primera vez el placer de la dicha, el placer de una ilusión, de ser reconocido. Era demasiada la promesa para ser una mentira más. Se embarcaría de lleno en esa aventura para salir, para ir a buscar a Anna que dormía en su mente y en su corazón esperando. "Siempre te esperaré". Le había dicho ella cuando él partió hacia la gran ciudad. Quería traer aquel pasado con Anna al presente, y ahora lo veía al alcance de su mano
Una lámpara alta dejaba caer una luz amarillenta sobre la cama y sobre una mesa llena de recortes de diarios, donde mutilaba su pasado sin gloria. Por un instante había salido y dejado la puerta entornada. Bajó las escaleras a paso rápido, la balaustrada con remate en madera dura le quemaba la mano, le gustaba aquella sensación que subía por su brazo. Salió a pleno sol. Su cara tomó una sonrisa de la luz mañanera. Se alejó pletórico hacia el abasto de carnes. Compraría un buen filete, un buen vino, y sería la despedida de aquel rincón oscuro perdido en un edificio que los años habían dejado en ruinas como a él. Pero su ánimo no concordaba con las pocas reservas monetarias de sus bolsillos. Apenas unas monedas inservibles jugaban en sus manos.
Allí, frente a él, lo que sería su último acto en contra de su renovada voluntad.
Por qué la oportunidad se filtra hacia uno, cuando uno ya no la necesita. Se repetía.
Tenía que despedirse a lo grande de aquel mundo gris y desesperanzador, un último golpe y la despedida sería completa. Después simplemente esperar la llamada, punto final a un mundo lleno de peligros, oscuro, que solo dejaba rastros inseguros. Caminaba erguido; de entre sus ropas sacó un filoso cuchillo y lo apoyó en el cuello de una temerosa mujer que distraída era presa fácil. Pocas palabras y ella entregó su cartera. Corrió entre la gente que le vociferaba. Más distancia ponía de su última fechoría y menos corría.
Sus pies se detuvieron en la entrada de un callejón. Sacó la cartera de dentro de sus ropas, la destripó y la arrojó dentro de un tanque humeante. Contó los pocos billetes, y salió con paso seguro.
Ya no pensaba en la noche de ayer. El giro de unos dados lo pondría en su lugar definitivamente.
13 comentarios:
Querido Prudencio, me encantó tu relato, muy bien expresado.
El giro de unos dados lo pondría en su lugar definitivamente.
despues de todo cual seria su lugar difinitvo, no creo que sea la felicidad.
besitos para ti mi querido amigo, que Dios te bendiga, se feliz te lo deseo con todo mi corazón.
Querido Prudencio:
Me quedé pegada en una frase "¿por qué se filtra la oportunidad? , cuando uno ya no la necesita"...Me quedé reflexionando en este pensamiento del protagonista, ¿es tan así amigo?, nos llegan las cosas, los hechos, cuando ya dejamos de ansiarlos; cuando damos por perdido lo que angustiosamente hemos buscado, creo que si. En mi caso me ha sucedido y ahora que lo pienso, los grandes momentos de mi vida nunca los esperé, llegaron cuando no los necesitaba, o aparentemente me había acostumbrado a vivir sin su compañía...Me encanta cuando un relato me deje motivos para pensar, bien lanzados los dados escritor.
Un abrazo desde un frío Santiago.
Qué buen relato, tiene esa fragancia a calle con smog y cine negro.
El corazón de este relato me pareció encontrarlo en una frase que también rescata Taty "¿por qué se filtra la oportunidad? , cuando uno ya no la necesita" entré como por un tubo en este pensamiento del personaje, será que nos pasa a menudo eso de que encontramos algo cuando menos lo buscamos, será que me he visto pensando en esa oportunidad que llega como tren retrasado, será que me gustó pensar que siempre viene un tren atrás del que perdimos, no sé, me gustó mas allá del final abierto, porque sólo el azar sabe el destino de los dados.
Besos.
Pues a mi lo que más me gusta de este relato es como a pesar del tiempo, la puerta se abre a una oportunidad esperada, y como el protagonista lucha por conseguirlo. Para mi eso significa que aún tiene ilusiones por las que pelear, y a mi eso me parece magnífico.
Que conste que este relato engancha desde el principio.
Un abrazo
Me sorprendiste con este excelente relato. Al igual que Taty y Pato, la frase " por qué se filtra la oportunidad cuando uno no la necesita?".. ayy...me sacudió, será que tal vez siempre hay algo desconocido que nos espera. Es como el final no?...una vez que los dados comenzaron a rodar...sólo basta con esperar que deparará el destino.
Besotes desde esta fría y lluviosa orilla.
Triste final para aquel que piensa que la vida le viene muy grande, que no se ajusta a las dimensiones de su piel, que ya no demasiadas casualidades del viento en contra. Pero tu manera de decirlo, Prudencio, a través del giro de unos dados, entregando el alma al azar que elige "esos lugares" , me ha parecido un final de un clímax altamente sólido y sorprendente.
Excelente relato, se mire por donde se mire.
Besos.
Interesante el texto. El juego y el latrocinio y un motivo de escape a través de la esperanza. Hacen que el personaje reflexione acerca de hacer un cambio vital en su vida. Sin embrago para lograrlo debe cometer un delito más. Eso poen en riesgo (referiendome al personaje) las esperanzas ya meditadas en la historia.
Me gusta es matiz de realidad que tiene el personaje y como un final abierto nos lleva a meditar sobre lo que pasara y sobre el enfrentamiento con uno mismo, la vida al final es como un juego.
Me gusta mucho, un abrazo
Muy buen relato, si me permites haré más hincapié en la pobre mujer que después de robada, el susto que se llevó debía ser horroroso.
Me pregunto que cuantas personas, sufren eso mismo?
En las calles por desgracia, campan tios como este, sin escrupulo alguno.
Feliz semana
Un fuerte abrazo
Gostei do seu texto. Bem expressivo e encantador. Parabéns pelo blog. Gostei muito... Um Abraço!
Hola a todos...este cuento surgió a causa de una discusión vía email con una amiga..mientras discutíamos (mas bien cambiar ideas) yo iba desarrollando el cuento...No me gustan en los cuentos (y ningún escrito que me den hecho lo que hacer..como si fuera un libro de auto ayuda..libros que aborrezco y descalifico que lo único que hacen es promover a su autor) me gustan y acepto con mayor grado de afinidad lo que da lugar a reflexiones..porque creo que entran más las cosas que te las den digeridas que con fórmulas que para todos no funciona. La reflexión ayuda a crecer y comprender mas las situaciones..y sacar provecho para uno mismo (o para los demás por nuestro intermedio).
El asunto se centró en los cambios de las personas..y por lo tanto el cuento tiene giros de esa discusión. El asunto principal es que las personas cambian (pueden cambiar ellas solas ).. pero nosotros no podemos cambiar a las personas..este es un tema cumbre para desentrañar el ser de las personas que evolucionan si hacen cambios buenos en sus vidas..para llegar a interpretar otros cambios que vendrán a mejorar la calidad de la misma. La trama de este cuento es muy sencilla el protagonista es alguien (un casi marginado) que en una noche cualquiera le proponen algo muy bueno ..le proponen "un cambio" para salir del modo de vida adoptado: ladrón y jugador convulsivo. Él se convence asimismo..inclusive va a festejar (filete y vino) ese acontecimiento de promesa de cambio. Pero un clic en su voluntad..en su criterio..en su forma de ver la vida..en fin en su cabeza..y como dice él "que se le presenta la oportunidad" (la mujer distraída) cuando ya está en otra (o sea tenia voluntad de cambiar)...realiza su último robo..y borra parte del "trato" de cambio..y roba para llegar a su vicio: jugar...y allí queda sellado su futuro..o sea el mismo que su pasado (nadie lo induce) vuelve a sus andanzas de ladrón y jugador...Los de afuera no pueden hacer cambiar a los demás..la gran noche..no influyó en lo arraigado en él. El cuento es una pequeña demostración que para una persona cambiar..debe empezar por sí mismo..
La aceptación del cambio no tiene porque ser una rendición..una sumisión a algo.. debería ser todo lo contrario..el hombre cae ante la realidad cuando no la acepta..y caer no por rebelde..sino por pretender ignorar o desconocer su propia condición limitada..por creerse su auto engaño. La aceptación es casi única forma de someter la vida a nuestra opción de aceptarla. Es el máximo acto de coraje con que el hombre puede hacer frente a la realidad. A través de la aceptación llegamos a descubrir que incluso lo que nos desagrada en esta etapa de la vida puede ser superado desde nuestro interior y decidir ser ahora mismo libres de ser como deberíamos ser..
Gracias a todos por sus comentarios
Amigos..en cuanto al frase..que despertó interés en varios de ustedes..les digo..algo..quizás sea asi..al menos lo pienso yo..pero debe haber muchas variantes
" por qué se filtra la oportunidad cuando uno no la necesita?"..
Creo que por el momento..y es distinto al otro que ocurrió la oportunidad por ejemplo..todo cambia constantemente..e imperceptiblemente..y vemos las cosas desde otro punto de vista..a las que las veíamos..algo así..
Gracias
Un gran relato , sin desperdicios y con una calidad literaria de alto vuelo. En él se filtra tu encantador talento. Un abrazo.
Me dan pena los que dejan su vida a su suerte, sin tratar de hacer nada por salir adelante con esfuerzo y tenacidad, asi no se llega a ningún sitio, .....al menos la mayoría. Un saludo y un extraordinario relato.
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