martes, 2 de octubre de 2012

Yo prostituta.


He sentido todo el rigor de la vida
que nos envuelve como un smog..
con su pegajoso gris metalizado..
todos somos prostitutas
a merced de los inescrupulosos...
a merced de los soberbios
y de los insignificantes...de los impuros..
de los tahúres de la mentira.
He sentido la piel de una puta en mi piel...
esa piel curtida por los años..por  los avatares..

por los sabores de la hipocresía..de la rabia
lo malsano junto a lo sublime van de la mano
y he sentido apenas un cruce de felicidad.

Hoy he vertido una lágrima por la vida perdida..
y las noches sin olvido..del brazo de la infelicidad.


Prudencio Hernández Jr. (c) 2012

15 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Todos tenemos algo o mucho de puta, Prudencio.
Este poema me conmueve.

Besos

Sara O. Durán dijo...

De verdad qeu es crudamente conmovedor.
Un abrazo fuerte.

lichazul dijo...

precioso poema Prudencio
y es que todos somos de algún modo putas y putos en la vida

abrazo y feliz semana
mil gracias por tus huellas

Marinel dijo...

Suena brutalmente certera esta metafórica poesía donde somos vejados constantemente y de manera prolongada por unos desalmados indiferentes y dañinos...
Besos.

Rosana Martí dijo...

Bello y lleno de tristeza, pero certero sin duda.

Un fuerte abrazo.

Marián dijo...

...y es que hasta la mujer más honesta pude sentirse puteada...

Saludos.

omar enletrasarte dijo...

una poesía dolorosa, y veraz
saludos

Tatiana Aguilera dijo...

Se dice que es la profesión más antigua del mundo, y yo agregaría la más dolorosa. Todos olvidan que existen prostitutas, porque existen seres que pagan por algo que deberían conseguir por afecto. Todos olvidan que ellas sufren: golpes, malos olores, vejámenes y humillaciones. Todos olvidan que debajo de esos lápices labiales, existen mujeres que protegen a sus hijos y los aman...
Has escrito sobre un tema que la gran mayoría no desea observar.
Un abrazo.

Carmen Silza dijo...

Cierto, Prudencio, todos de algún modo, nos hemos sentido puteados....

Juan L. Trujillo dijo...

Y lo malo, amigo Prudencio, es que en muchas ocasiones, nos hacen ser putas y además pagamos la cama, por el que dirán.
Ellas al menos, carecen de hipocresía y muestran su mercancía sin tapujos.
Hay mucha verdad que duele en tu poema.
Un abrazo.

MAJECARMU dijo...

Prudencio,nos dejas un solidario y generoso homenaje a esas mujeres de la vida,que muestran una gran humanidad,una gran constancia y un gran aguante...Ellas,sin duda se merecen el cielo...Y todos en algún momento hemos aguantado y callado como ellas hacen...
Mi felicitación por este entrañable y admirable poema.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre,poeta.
FELIZ FIN DE SEMANA,PRUDENCIO.
M.Jesús

Unknown dijo...

Cosificados en el mercado de la felicidad. Oferta y demanda que no satisface por mucho tiempo. Al final revisamos y muchas veces hay que llorar. Abrazos felices y gratuitos amigo!

Anónimo dijo...

muchas gracias por llegar a mi blog nuevecito!!!!
un abrazo,lidia-la escriba


verter lagrimas...para que? la vida,amigo es demasiado corta, VIVELA! a cómo de lugar...precioso texto

pd:me he reinscripto para ver si salen las actualizaciones!

María dijo...

Buff!!!...
Gran poema, Prudencio.
He dedicado la mañana a reencontrarme con los amigos que pospuse con mis ausencia y al llegar aquí, tus palabras me han sacudido como un torrente brutal..
Gracias Prudencio, gracias.
Un gran beso, poeta.

P.D. Con tu permiso, puedo reproducirlo en mi facebook, haciendo (por supuesto) mención a la autoría y el blog de donde procede?

Mercedes Ridocci dijo...

Has puesto en palabras lo que yo he sentido muchas veces.
Me ha parecido un poema que grita una inmensa verdad.

Un abrazo muy grande.