En esta representación que hacemos para vivir, todo parece visto, simulado, esquizofrénico, repetitivo. Nada deja al azar el tiempo, y nos atrapa en horarios imaginarios y falsos; nos encasilla, nos hace millones al mismo tiempo haciendo lo mismo, se confabula para hacernos creer que eso es vida, y si nos detenemos a pensar, ya todo parece que fue vivido, y nada nos queda por hacer ya que lo habíamos hecho. El tiempo se encarga de pasar rápido para los más atareados, aunque se diga lo contrario. Es mala la vida si la vemos así, no hay escapatoria. Pero dejemos a la esperanza vivir con nosotros, que la imaginación nos pueda salvar, "vivamos" un sueño bien grande para no perderlo de vista, querer ser diferente dentro de uno mismo, y luchar, para que el yo que arrastra a todos a ser testigos de la misma situación, no le demos oportunidad.
Prudencio Hernández Jr. (c) febrero 2012