Las notas sublimes que suben del chelo.. se enredan en tu pelo... susurro que baja por tu cuello.. pasan a mis labios que te nombran. Como arco iris se abren tus labios.. reciben mis besos.. esos que forman de pasión ríos de colores desbordados...
Las garras de la insolencia son insomnio.. la intolerancia aprieta los ojos.. alcanzo a respirar profundo tu nombre.. envuelto en esta soledad que carcome.. despierto entre pocas luces y con ellas.. haré mi día..daré color a mi mirada.. pensaré en ti..en esos ojos que me siguen.. y dan más luz..allí donde duelen aún... los gritos de la noche.
Y caí en lodo negro De tu olvido En las hojas muertas De tu invierno.. En aquellas largas noches Que hoy son epílogo. Fui el último vagón De un tren perdido.